Cannabis digital: inversiones en tiempos de NFT, metaverso, criptomonedas y blockchain – AméricaEconomía.com

Una vez más, la tecnología se ha convertido en el mejor aliado para la naciente industria cannábica que a través de diversos activos digitales o finanzas descentralizadas puede levantar capital para ejecutar proyectos y de paso, responder a la creciente demanda de inversores que buscan comercializar NFT en diversos espacios virtuales.
Lunes, 07/02/2022 Natalia Vera Ramírez
Ya sea una planta, una semilla o una bolsa de cannabis -eso sí, digitales- pueden ser adquiridas de forma legal en cualquier plataforma de metaverso. Y es que en pleno boom de los NFT (tokens no fungibles) y criptomonedas que se ofertan en estos mundos virtuales, la industria del cannabis también ha encontrado una alternativa para capitalizar esta tendencia tecnológica lanzando diversos activos en línea.
Es así que en 2021, Peakz, una marca de cannabis estadounidense de alta gama lanzó en OpenSea una bolsa de cannabis llamada Lava Coin, basada en tecnología blockchain para asegurar su autenticidad, aunque solo existe en línea.
“El futuro se acerca y el blockchain seguirá interrelacionándose con la sociedad. Esta variedad de cannabis digital vivirá en el libro mayor para siempre”, dijo Jessie Grundy, CEO de Peakz, a Forbes en marzo de 2021. La oferta más alta, en el momento de la publicación, fue de US$ 61,02. 
Según Grundy, aunque Lava Coin no se puede fumar, como beneficio adicional a la compra de la  «primera variedad de cannabis digital disponible», si el usuario reside en Oregón o California (estados donde opera la compañía), también obtiene marihuana física «real».
No obstante, antes de existir LavaCoin en un espacio metaverso, en 2014 PotCoin hacía su ingreso en el mundo de las criptomonedas dedicadas a la industria del cannabis. En 2017, la criptodivisa se hizo mundialmente conocida cuando la ex estrella de la NBA, Dennis Rodman, vistió una camiseta que decía potcoin.com. En ese entonces su valor se disparó en un 76% en un solo día, alcanzando los US$ 0,17. Hoy, el activo se cotiza en US$ 0,0068.
Posteriormente surgieron otras monedas como CannabisCoin, DopeCoin y HempCoin. Lava Coin, PotCoin y el resto de criptodivisas no son los únicos casos de cannabis en el mundo criptográfico de los NFT. En América Latina ya existen plataformas que ofrecen diversos instrumentos de este tipo a inversionistas dispuestos a apostar dinero real en un mundo digital.
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En Colombia, uno de los primeros países latinoamericanos en aprobar el uso del cannabis medicinal en 2016, un grupo de emprendedores tecnológicos creó la plataforma digital Bancannabis, donde los usuarios no solo pueden adquirir NFT de esta planta, sino también invertir en cosechas reales de comunidades a través de un modelo similar al crowdfunding.
“Desde un principio Bancannabis se planteó como una plataforma descentralizada porque somos base blockchain. Hemos desarrollado varias plataformas; tenemos varios desarrolladores que se han dedicado a la investigación profunda de esta tecnología y del metaverso, porque para muchas personas todavía es confuso. Hemos logrado dar con una comunidad abierta, pero nuestro foco siempre ha sido ayudar a las comunidades indígenas, afro y excombatientes, a los gremios y a las personas que más necesitan recursos para desarrollar proyectos de cannabis y que lastimosamente durante mucho tiempo han tenido que intermediar todo lo que ellos hacen. Esta es la gente que trabaja la tierra y exporta, pero termina recibiendo porcentajes diminutos de toda la comercialización”, dice Cristian Mazabuel, CMO de Bancannabis
En Bancannabis los usuarios pueden adquirir activos digitales, NFT, proyectos, espacios de entretenimiento y también para la articulación de la industria a través del uso de su BCA token. Actualmente, se puede adquirir un monto mínimo de US$ 100 en BCA tokens y destinarlos a proyectos productivos intercambiando BCA por NFT.
“Por ejemplo, se puede escoger alguno de los proyectos físicos de cultivo de cannabis y a través de un smart contract que se despliega en el blockchain, se compra un NFT. Este facilita el uso de un espacio físico para el desarrollo de un proyecto productivo por un periodo determinado. Terminado este periodo, se genera la venta automática del NFT por un valor diferencial que genera un beneficio al comprador derivado de la compraventa de su activo digital. En tanto, con dichos recursos, se benefician comunidades que se han postulado para ser objeto de desarrollos digitales en nuestra industria. Bancannabis cuenta con su propio market de NFT”, dice Julián García, CEO de Bancannabis.
Adicionalmente, con este token los usuarios pueden comprar e intercambiar NFT en el Cannaverso, multiverso creado por Bancannabis o interactuar en espacios privados diseñados por la misma plataforma para encontrar a otros actores de la industria, eliminando así la intermediación y con la garantía de soportar sus acuerdos en el blockchain.
“Con nuestro modelo de negocio logramos crear proyectos digitales de siembra, producción y transformación de cannabis digital con aplicabilidad a la industria real, a través de herramientas tecnológicas que optimicen los procesos y democratizan el acceso a la producción del cannabis, así sea desde el universo digital o el Cannaverso como lo hemos diseñado”, dice Julián García.
En este “apadrinamiento” de proyecto también se despliega un contrato inteligente en el blockchain que permite al contratante vincularse en un proyecto digital al proceso real de producción de cannabis a través de la compra de un NFT que genera un pago por un espacio físico y uno digital. 
“Con este NFT el usuario adquiere el derecho de realizar el seguimiento digital a un proyecto real de cannabis y comercializar el activo digital en el Cannaverso mientras que las comunidades que son representadas con estos activos digitales reciben una fracción del precio pagado y con eso cubren algunos de sus costos, encontrando un canal para ejecutar suproyecto productivo», dice García.
El auge de los NFT y los entornos digitales no solo atrae a los inversionistas, sino también a los empresarios de cannabis, que sortean muchas barreras para encontrar financiamiento en la banca tradicional. Y es que a pesar de la legalización de la planta en varios países, aún existe el estigma que la relaciona con el narcotráfico.
Como empresario de esta industria en Colombia, Henry Muñoz, CEO de la empresa Medical Extractos y socio fundador de la Asociación Procannacol,  ha experimentado el gran dolor que supone el proceso de obtener recursos para ejecutar proyectos. Si bien en algunos bancos locales las compañías de este sector pueden abrir cuentas, los requisitos son innumerables y acceder a un crédito es casi imposible, ya que solicitan que en sus haberes o sus activos sean mayores a 3.000 millones de pesos (más de US$ 750.000), algo alejado de la realidad de los medianos y pequeños cultivadores.
“La gran mayoría de los bancos del país no hacen aperturas de cuentas bancarias a empresas que identifiquen en su objeto social actividades con cannabis. Solo se le han otorgado créditos a varias de las multinacionales que ya se encuentran en el país. Es así como la creciente y millonaria industria del cannabis en Colombia carece de acceso a la banca, pese a ser un negocio floreciente y que a julio de 2021 se otorgaron 1.753 licencias, las cuales se ven afectadas ya que no pueden realizar operaciones bancarias” dice Muñoz.
Asimismo, el empresario colombiano afirma que una salida para eludir al sistema bancario han sido las criptomonedas y los NFT que están ganando fuerza dentro de la industria del cannabis para realizar diversas operaciones.
“A esta nueva tecnología le vienen apuntando algunos empresarios. Ante ello, la banca colombiana viene desarrollando un piloto para implementar las criptomonedas al sistema bancario. Definitivamente, el blockchain es una tecnología de gran ayuda a las compañías, ya que les permite tener toda la trazabilidad del producto de una forma segura y directa”, dice Henry Muñoz. 
En ese sentido, Cristian Mazabuel refiere que el surgimiento de Bancannabis -que actualmente trabaja con los Misak, la primera comunidad indígena con licencia para producir cannabis y con otras del Putumayo y México- es una respuesta ante las barreras que imponen los bancos para los productores de cannabis. “No es tan fácil como ir a una plataforma de crowdfunding tipo Kickstarter y subir tu proyecto. Hay ciertos filtros para darle validez y certeza. Una persona que tenga licencia puede contactarnos y si llegamos a algo, definitivamente su proyecto se puede desplegar en el blockchain y recibir apoyo para su proyecto productivo. La puerta no está cerrada para nadie”, dice.
Para Colombia, el financiamiento es crítico, sobre todo cuando recientemente el gobierno de Iván Duque aprobó la exportación de flor seca de cannabis, un rubro con mucho potencial. Según Efráin López, director de Árpez Company, estudio jurídico especializado en la industria de cannabis en América Latina, la exportación de este producto generaría ingresos por 690.000 millones de pesos colombianos o más de US$ 174,5 millones al año.
“Sin duda alguna la exportación de flor va a generar grandes dividendos a Colombia, pero la regulación financiera no ayuda. Algunas empresas optan por pasar sus operaciones por la banca estadounidense que tiene al cannabis regulado a nivel estatal y no federal. Allá también se cierran a la industria y Colombia va a seguir teniendo problemas para la monetización del dinero proveniente de todas las actividades de cannabis y en especial de la exportación de flor seca. Los instrumentos financieros descentralizados, pero sobre todo disruptivos, van a ser una de las alternativas más viables y van a jugar un papel importante para la industria, mientras que el Congreso de Estados Unidos no se decida por una regulación federal de la planta. El crowdfunding va a ser una gran opción y los vehículos financieros, como las fiducias mercantiles, también”, dice López.

Los NFT y otros activos digitales ya no son exclusivos del mundo de los coleccionistas de arte o deportivos. Era cuestión de tiempo para que el mundo criptográfico aterrice en la industria del cannabis y desarrollen infinitas opciones de productos en el mundo online.
Por ejemplo, en diciembre último la empresa estadounidense Higher Life CBD instaló un dispensario real de CBD (cannabidiol,  uno de los compuestos del cannabis que sirve para aliviar el dolor muscular, entre otras propiedades) en el metaverso de Cryptovexels, construido sobre el blockchain de Ethereum. En este espacio, no solo se puede tener una experiencia de comprar digital y gamificada, sino también acceder tangiblemente al producto en todo Estados Unidos. 
El cannabis en el mundo virtual también puede apoyar una causa en común. Es el caso de Burn1, la empresa de blockchain para el sector cannabis que se asoció con la ONG The Weldon Project y Black Comics Collective, un foro educativo, digital y de eventos en vivo que conecta a creadores de comics de color con diferentes comunidades, para desarrollar un NFT. El proyecto combinará obras originales del artista más vendido del New York Times, John Jennings y una canción inédita escrita e interpretada por el rapero Snoop Dogg para crear Semi-Generative NFT, cuyas ventas generarán fondos para la reforma de las leyes de cannabis.
Las críticas hacia los NFT van desde que es una simple argucia publicitaria hasta una tontería de Internet, pero mientras existan personas dispuestas a invertir dinero real en ellos seguirán vigentes, sobre todo tras la pandemia, que ha sido la etapa ideal para la explosión de los activos digitales
Para Cristian Mazabuel, no hay duda que esto se presta al terreno de la especulación. “Hay muchas cosas que al final terminan siendo humo. Hay proyectos que han subido 1.000% en una semana o 2.000% en menos de un mes, pero la idea de Bancannabis no va enfocada a que la gente especule sobre nuestro token de utilidad o nuestros NFT. Queremos que la gente conozca al blockchain como una economía estable porque lo que tenemos detrás son las comunidades y la gente que trabaja la tierra de la industria del cannabis medicinal. No queremos que la gente vea esto como algo fluctuante o variable”, dice.
Aún está por verse si algún NFT cannábico alcanzará precios récord, como el reportado en marzo de 2021 cuando el NFT de una obra de arte fue vendido en US$ 69,3 millones en una subasta en Christie’s. 
Por lo pronto, esta tecnología se perfila como una buena alternativa para que la industria del cannabis no sea solo un boom pasajero.
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