Aspirantes a la gubernatura del Edomex – Milenio

Carlos Marín
Héctor Aguilar Camín
Joaquín López-Dóriga
Como mexiquense no puedo dejar de expresar mi decepción por la falta de altura y nivel de los actuales aspirantes a la gubernatura. El horizonte ético, moral y político de los aspirantes es escaso. Casi todos están imbuidos en el viejo pentagrama de una clase política en descomposición.
Es cierto que el proceso electoral es atípico. Morena adelantó los tiempos y los aspirantes se han germinado de manera desordenada, atropellada y prematuramente.
Delfina Gómez, la aspirante de la que más se habla, paradójicamente no ha abierto la boca pero todos le están haciendo la campaña. Goza de una promoción involuntaria patrocinada por la oposición. Delfina, offsider, ya no tendrá la frescura de la campaña del 2017 como la maestra y sindicalista. En estos 6 años sabemos más de ella, sobre todo de sus limitaciones. Además de un paso opaco como senadora, delegada y secretaria de Educación, pesa sobre ella el señalamiento de desvío de recursos de trabajadores para financiar a su partido.
¿Qué de nuevo van aportar Ana Lilia Herrera y Alejandra del Moral? Cuando han formado parte por lustros de la nomenclatura del poder. Son insiders. Han formado parte de diferentes gobiernos que han sumido a la entidad en el abandono, la desigualdad y la inseguridad cotidiana. Han montado sus trayectorias de “servicio público”, léase largas carreras a costa del erario. Ahora acopladas en temas rentables de género, pregunto, siendo el Edomex en los últimos 20 años, entidad más violenta contra las mujeres: ¿qué hicieron Ana Lilia y Alejandra en sus largas carreras políticas por detener los feminicidios? Frente al descrédito de casi 90 años en el poder del PRI y del hondo desgaste de un proyecto envejecido las candidatas destellan: más de lo mismo.
Enrique Vargas. ¡Ay, cómo me recuerda Alito!  son parte de una misma generación política. A río revuelto, ante los jaloneos en el PRI se presenta como la alternativa panista. El aspirante “mejor posicionado” que con alianza o sin ella, se percibe como el candidato ganador. Su historial es dudoso y por momentos se siente propietario del partido; ha sabido conjugar la política con los negocios al más puro estilo del profesor Hank González. Es un aspirante panista con sello priista. Caray, pobre Edomex, qué lejos de Dios y qué cerca del PRI.
Bernardo Barranco
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