3 niñas que siguieron su sueño y ahora tienen su propio negocio – El Economista

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Por Elizabeth Meza Rodríguez
Estas jóvenes emprendedoras han usado su ingenio, creatividad, valentía y resiliencia para cumplir sus sueños y crear negocios. 
Ser médico, veterinaria o maestra son algunos de los sueños de las niñas mexicanas; sin embargo, el 6% de las niñas de entre ocho y once años en localidades rurales no saben leer ni escribir, lo que dificulta su desarrollo y limita la posibilidad de cumplir sus sueños.
Con el objetivo de visualizar los retos que enfrentan, promover sus derechos y empoderarlas, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 11 de octubre como el Día Internacional de la niña.
“Las niñas de todo el mundo siguen enfrentándose a retos sin precedentes en lo que respecta a su educación, bienestar físico y mental, y la protección necesaria para una vida libre de violencia. Además, el Covid-19 ha empeorado las cargas existentes para estas y erosionado los importantes logros alcanzados en el último decenio”, destaca la ONU.
A pesar de este panorama, las niñas han usado su ingenio, creatividad, valentía y resiliencia para cumplir sus sueños y crear negocios. Te compartimos algunas historias de niñas emprendedoras que han creado negocio.
El caso más reciente de niña emprendedora es el de Karla Salas, quien decidió cambiar la tradicional fiesta de XV años por su propio negocios de manzanas, creando ManzaManía.
A los siete años empezó a vender manzanas cubiertas, iba de puerta en puerta y en estacionamientos.
Cuando empezó a ver los gastos del salón y los adornos Karla decidió no seguir con la fiesta y mejor usar ese dinero para impulsar su negocio que creó de los siete años, venta de manzanas cubiertas.
Karla vendía las manzanas cubiertas de puerta en puerta y en estacionamientos, lo cual le dio el nombre de “la niña de las manzanas”. Ahora vende sus manzanas cubiertas de chile, cacahuate japonés, caramelo, chocolate, nuez, o grageas en un pequeño local de una plaza de Tijuana.
“Amo emprender porque siempre me ha rodeado de Gente increíble, que me impulsa y me inspira para aprender más de esta aventura emprendedora sé que aún me falta mucho que aprender”.
Karen y su mamá empiezan a las 10 de la mañana a preparar las manzanas para tenerlas listas y venderlas por la tarde. La pequeña emprendedora espera abrir más sucursales y lanzar un libro contando su historia de emprendimiento.
Allison Avendaño, a sus 10 años ya es CEO de una empresa, de Digitally School, emprendimiento que ayuda a otros niños a crear su negocio.
La idea de Digitally School surgió cuando sus padres cayeron en banca rota y ante la búsqueda de ayudarlos e impulsar el negocio aprendió de marketing digital, en ese momento sus papás se dieron que tenía una gran capacidad para enseñar.
Con ese conocimiento en diciembre del 2021 creó Fábrica de Sueños, su primer curso para niños emprendedores, donde les enseño a transformar sus ideas en negocios.
“Un emprendimiento para niños hecho por para niños”, pues considera que las herramientas digitales son la forma más poderosa para crecer comercialmente.
“Mi generación quiere crear e innovar pero nos gusta aprender de forma única. Tomé como base mi experiencia y cree mi primer programa educativo online, la Fábrica de Sueños, donde les enseño como transformar una idea en un emprendimiento con propósito”, destacó Allison.
La joven, originaria de Medellín presentó su negocio en Shark Tank Colombia, donde conquistó el corazón de los tiburones y obtuvo financiamiento de lanzamiento, préstamo de 15,000 dórales a pagar en dos años y compromiso de asesoría mensual de una hora.
Desde los cuatro años Allison empezó a emprender, primero vendiendo pulseras que la misma fabricaba, después, a los ocho años distribuía buñuelos y ahora tiene su propia empresa.
Mías Escalante tomó una mala experiencia para crear un negocio. La pequeña emprendedora se contagió de piojos y los tratamientos para quitarlos le provocaron costras y caída de cabello, ante esta situación, ella y su mamá se dieron a la tarea de un champú anti piojos 100% natural.
El resultado fue bueno, las costras y los piejos se fueron, en poco tiempo los compañeros de la escuela se enteraron y el champú se volvió popular, abriendo un mercado para el nuevo producto.
Para impulsar el negocio, sus papás la inscribieron en un curso de verano de Basiness Kids, una escuela de emprendimiento para niños y niñas. Ahí surgió I’m Well, nombre del champú que significa en español “Me siento bien”.
En 2017, con solo siete años, Mía, originaria de San Luis Potosí presentó su emprendimiento en el programa de Shak Tank México, donde obtuvo una inversión de 250,000 pesos por parte de los “tiburones”, el equivalente al 40% del valor de la compañía.
Aunque el emprendimiento creció y se creó toda una línea anti piojos, actualmente su página de Facebook está abandonada y los productos ya no se pueden conseguir; sin embargo Mía es un claro de que las malas experiencias se puede aprender y por qué no, crear un negocio.
Editora El Empresario. Periodista especializada en emprendimiento, pymes, creación de negocios, management y liderazgo. Desde el 2017…
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