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Estudios recientes indican que las empresas que son sostenibles y se preocupan por los derechos humanos son las favoritas de las generaciones más jóvenes y las mujeres. Así puedes hacer más rentable tu dinero con ellas.
Tanto las mujeres como las generaciones más jóvenes, la ‘millennial‘ y la zeta, hemos captado ya el mensaje. Según un estudio de Goldman Sachs, el 90% de las mujeres que invierten, quiere hacerlo en productos socialmente responsables. Además, señala la subida imparable de este tipo de inversiones en la gente joven, que apuesta por la sostenibilidad y la responsabilidad ética, o sea: los beneficios con corazón. Para que puedas poner tu granito de arena, te contamos cómo ganar dinero mientras cuidas del planeta.
Nuestro país se está convirtiendo en un buen sitio donde optar por inversiones de futuro. Otro estudio de la gestora Allianz Global Investors pone de manifiesto que España es el tercer país europeo donde los inversores tienen más en cuenta la Inversión Socialmente Responsable (ISR), solo por detrás de Portugal e Italia. Y según las previsiones, seguirá creciendo al alza, gracias a las mujeres y los Z y ‘millennials’, que son los que más premian la sostenibilidad en la inversión.
«Los datos de nuestros clientes revelan que las mujeres invierten un 30% más de activos en inversiones sostenibles que los hombres», confirma Adrián Amorín, responsable de Scalable Capital en España, “cada vez son más las personas que no solo quieren invertir para obtener una rentabilidad, sino que quieren contribuir al bienestar común optando por propuestas que protejan el medio ambiente y que sean socialmente responsables”.
El experto destaca que la nueva generación que ha aterrizado en el mercado de valores en los últimos años “invierte de forma aún más sensata y son inversores responsables y con visión de futuro. Una quinta parte del dinero invertido en ETF (fondos cotizados en bolsa) se destina a inversiones sostenibles”. Por eso, entre las 10 principales participaciones de la plataforma Scalable Capital se encuentran ETF de energías limpias.
Tras aprender qué son las ETF, toca comprender qué es una SRI (Inversión Socialmente Responsable) y qué son los criterios ESG (‘Environmental, Social and Governance’), unos criterios de las empresas que marcan si realmente son sostenibles a través de tres factores: el ambiental, el de gobernanza y el social, que evalúan los impactos, positivos o no, de las empresas. “Y los criterios del marco de la ISR (Inversión Socialmente Responsable) van aún más allá”, explica Amorin, “con exclusiones más estrictas y el llamado enfoque ‘best-in-class’ (mejor de su clase), al seleccionar a las tres empresas con mejores resultados en factores ESG en su respectivo sector”.
Esas inversiones ISR contribuyen a impulsar un futuro sostenible. Por ejemplo, al apostar por la moda sostenible como herramienta de transformación. “El proceso de diseño de un producto es determinante para mitigar su impacto, desde la fabricación, pasando por el uso y el desecho del producto”, explica Anna Verdaguer, Head of Communication & Marketing de Lúcid, que recuerda que el 80% de los impactos se definen en esa fase de diseño. “Esto quiere decir que, en función de cómo diseñemos un producto, estaremos impactando más o menos en el planeta. Al hacerlo desde el prisma circular hay un impacto directo en la empresa, que se ve obligada a producir de forma responsable”.
El estudio ‘Radiografía del inversor español’, de Vivid, respalda ese interés sobre ISR entre mujeres y jóvenes. “Cardano, por ejemplo, es una de las criptomonedas más sostenibles y es la tercera en la que más inversiones registramos por parte de los españoles en la plataforma”, apunta Stephanie Luzon, experta en finanzas de Vivid, que señala que el 40% de los inversores en criptomonedas de la Generación Z apuesta por esa criptomoneda, un porcentaje que desciende al 37.3% en el caso de los ‘millennials’, al 35.1% en la generación X y hasta un 31.7% en ‘baby boomers’.
“Esta tendencia en cuanto a inversiones socialmente responsables por parte de las generaciones más jóvenes atiende, por un lado, a razones morales, ya que son quienes generalmente tienen una mayor conciencia de los riesgos relacionados con el clima, los factores sociales como los derechos laborales y los derechos humanos, las cuestiones relativas a la gestión empresarial, etc. y, por supuesto, todas las consecuencias directas que puede tener esto en sus vidas”, señala Luzon.
También en Cisco, una multinacional de redes y tecnologías para la digitalización que trata de impulsar un futuro inclusivo para todas las personas, han detectado el interés por las inversiones ISR. “Los empleados y los inversores quieren que la empresa se comprometa con la sociedad”, afirma Ariadna Hernández, directora de comunicación en Cisco España.
Pero ojo, no toda la gente joven es igual… Por eso, Stephanie Luzon subraya que, “también hay inversores que contemplan razones más prácticas a la hora de elegir opciones socialmente responsables, como, por ejemplo, el riesgo financiero. La violación de los derechos humanos en un eslabón de la cadena de suministro de una empresa puede dañar significativamente su reputación y terminar repercutiendo en el valor de las acciones de la compañía en cuestión”.
Idea que comparte Adrián Amorín: “La motivación para invertir de forma más sostenible, además de querer cambiar la economía a mejor, es una simple evaluación del riesgo, y el cambio climático constituye el principal riesgo con capacidad de destruir el valor y los modelos de negocio, con regulaciones como la prohibición de los motores de combustión o desastres naturales como los huracanes”.
Como recuerda Anna Verdaguer, “el tiempo para corregir el daño que hemos hecho a nuestro planeta se agota. No hay un planeta B y el momento de actuar es ahora o nunca”. Una responsabilidad compartida por todos que “entienden muy bien los consumidores más jóvenes quienes, cada vez más, intentan invertir en marcas éticas y sostenibles y se informan sobre estas marcas para asegurarse que están destinando bien sus recursos”.
Además, los últimos hechos históricos, la pandemia, la crisis climática y energética, y la guerra de Ucrania, nos están haciendo aún más conscientes. “La responsabilidad social ya no está sólo en manos de los estados, sino también de las empresas, que deben diseñar y comercializar productos y servicios para facilitar la prosperidad económica para todos, invertir recursos en las comunidades menos favorecidas e impulsar un ecosistema alrededor de los negocios para que se sumen al movimiento”, apunta Ariadna Hernández.
“Estamos en una época de cambios radicales en la que puede ser cada vez más decisivo a qué se destina el dinero y en qué sectores se invierte. Los inversores pueden influir y motivar a las empresas para que sigan la senda del crecimiento sostenible”, destaca Adrián Amorín, pero aclara: “no me malinterpretes, esto no exige en absoluto una postura altruista, sino que se trata de empresas cuyos rendimientos van a crecer y que tienen modelos de negocio duraderos a largo plazo”.
Si estás pensando en realizar inversiones ISR, sigue estos consejos.