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Dos emprendedores abren la persiana de su negocio, dedicado a la venta de ropa infantil PERE BATLLE
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Primero fue la pandemia. Después entró en escena la falta de suministros. Y cuando parecía que ya nada podía ir a peor, la invasión rusa de Ucrania desencadenó a principios de año una crisis energética y una espiral inflacionista que ha dejado tieso el bolsillo de familias y empresas de Castellón. No ha habido actividad que este 2022 se haya salvado del chaparrón que ha supuesto el alza de las facturas de la luz, el gas, el combustible o las materias primas. La tormenta ha alcanzado tal magnitud que cientos de negocios no han sido capaces de capear el temporal. En la provincia, 7.430 se han quedado por el camino, aunque también ha habido otros miles que han hecho suya la creencia de que no hay momento malo para emprender y se han lanzado a la aventura de abrir una empresa.
Los últimos datos del Ministerio de Seguridad Social no dejan lugar a muchas interpretaciones. Desde enero a noviembre de este año, 7.376 profesionales de Castellón se dieron de alta como autónomos. O dicho de una manera más gráfica: una media de 22 al día. Y aunque la estadística muestra que quienes han bajado la persiana son más numerosos que los que la han subido (7.430 frente a 7.376), la realidad es que, desde el punto de vista del emprendedurismo, el año que acaba ha sido más positivo que el 2021 y las aperturas de negocios han aumentado un 9% en la provincia.
Muchos de los valientes que en los últimos meses han desafiado una crisis de costes sin precedentes han llamado a las puertas de la Cámara de Comercio de Castellón. En concreto, del servicio de Creación de Empresas y cuya sede se encuentra en Vila-real. «Sigue habiendo muchos profesionales decididos a montar su propio negocio y ni la guerra ni la subida de precios han conseguido frenar una tendencia que este 2022 se ha mantenido», explica Pilar Querol, coordinadora del departamento.
El servicio de Creación de Empresas ha atendido este año a 517 personas y, a través de este área, se han dado de alta 117 empresas, de las que 89 eran autónomos y 28 sociedades limitadas. De esos algo más de un centenar de nuevos negocios, el 52% estaban capitaneados por mujeres (61 en números absolutos), un sorpasso que también se ha producido a nivel nacional.
El Observatorio de Emprendimiento de España, en su Informe de 2021-2022 señala que por primera vez el porcentaje de mujeres involucradas en iniciativas emprendedoras es superior al de hombres. Un hecho que la mayoría de expertos achacan a que la pandemia se cebó más con los sectores con más presencia femenina y, por lo tanto, ha multiplicado los motivos para lanzarse a la ventura de abrir un negocio propio.
Y, ¿qué tipo de empresas se crean ahora en Castellón? Aunque el perfil de los nuevos negocios es de lo más variopinto, quienes se dedican a asesorar a aquellos que quieren emprender tienen claras un par de cosas: el boom de aperturas de bares y tiendas físicas ha pasado a la historia y el colectivo de autónomos cada vez está más diversificado. «Nuestras estadísticas muestran que hay muy pocos negocios de estos dos sectores, mientras triunfan otras actividades como los servicios a empresas, el comercio on line, la formación, la construcción y reformas y la estética», enumera Pilar Querol. Otro sector que va cuesta arriba es el que engloba a las actividades profesionales y que incluye a ingenieros, diseñadores, arquitectos, psicólogos, agentes comerciales o de seguros, fotógrafos….
Aunque son varios los sectores que en Castellón crecen en número de emprendedores hay uno que destaca por encima de todos. Se trata de la construcción que, al igual que ya sucedió en los dos años anteriores, es uno de los que acumula más altas de autónomos. De hecho, el autoempleo en el ladrillo ha aumentado este año en casi un centenar de prorofesionales, hasta alcanzar a finales de noviembre los 5.323. Otra actividad de moda en la provincia es la inmobiliaria. La cifra de trabajadores por cuenta propia que se dedican a este sector asciende ya a 583, una veintena más que a inicios del año.
Al otro lado de la balanza se sitúan, además de la hostelería y el comercio al por menor (que pierde emprendedores año tras año), la agricultura y el transporte. La primera ahogada por unos altísimos costes de producción y unos precios en origen que continúan igual o incluso peor que siempre, se ha dejado por el camino 43 profesionales. El transporte ha sido arrastrado por la crisis por la que atraviesa el azulejo y cerró el mes de noviembre con 2.521 autónomos, cuatro menos que al comienzo del ejercicio. Y aunque es cierto que no se tarta de un descenso significativo, sí rompe la tendencia alcista de los últimos años.
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