Tras el impacto de Vox en las elecciones andaluzas donde consiguió 395.979 votos (10,97%) y 12 escaños, las visitas a su web y a sus redes sociales no han dejado de crecer. Twitter, Facebook y, sobre todo, Instagram se han multiplicado en el último año. Los responsables son tres jóvenes de entre 23 y 26 años. Un periodista, un sociólogo y un estudiante de Comunicación Audiovisual contratados por el partido de extrema derecha entre 2016 y 2018. “Ya no se confía en los medios”, dice Manuel Mariscal, jefe de las cuentas de la formación, “nos estamos convirtiendo en nuestro propio canal de comunicación”. Una estrategia populista similar a la utilizada por Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil o Salvini en Italia.
1. La web
2. Instagram
«La falta de profesionalidad les aporta credibilidad”, observa Gustavo Entrala, creador de la cuenta del Papa en Twitter y director de la agencia 101. Pese a que el 68% del público que usa esta red es femenino, el perfil del seguidor de Vox es masculino. “Su canal pinta al usuario un mundo de buenos y malos”, opina el consultor Calderón. «Para este tipo de comunicación es perfecto. Especialmente sus historias: impactos de 15 segundos sin posibilidad de matices”.
3. Facebook
Su estrategia consiste en publicar vídeos cortos, de menos de un minuto. En las elecciones andaluzas lanzaron una campaña titulada la #EspañaViva con perfiles de todas las edades: «Soy Silvia, soy ama de casa y tengo 40 años. Si no fuera por mis suegros no saldríamos adelante. Pero como yo, muchos andaluces. La única solución para España es Vox».
Facebook es el canal en el que más invierten en publicidad junto con Instagram. “Para el acto de Vistalegre invertimos porque no nos anunciaron en los medios. Y lo mismo hemos hecho en Andalucía”, explican en la formación, sin detallar cantidades.
Las tarifas publicitarias en esta red social varían en función del objetivo de la campaña. Promocionar un vídeo para que llegue a 100.000 personas tendría un coste en torno a 5.000 euros. Ahora mismo, la formación tiene nueve campañas activas. La última, tras el atentado de Estrasburgo de este martes: “El fundamentalismo mancha nuestras calles de sangre. Incrementaremos el presupuesto en Defensa”. Podemos tiene dos en marcha. El resto de formaciones, ninguna.
El mayor crecimiento de seguidores lo tuvieron hace un año. «Tuvieron una subida del 27%”, explica Laura Muñoz, analista de Redes Sociales en Prisa Noticias. “A partir de esa fecha, iniciaron una estrategia más activa”.
El partido promete eliminar las comunidades autónomas si consigue el poder. Por eso solo usa páginas de Facebook provinciales como Vox Madrid, con 30.000 seguidores. En el sur de España es donde acumula el mayor número. Todos estos perfiles son manejados por los voluntarios que la formación tiene en las provincias. Al crear páginas pequeñas se potencian mucho más las interacciones de sus contenidos y llegan a más gente, según los expertos.
4. WhatsApp
WhatsApp es la red social más usada en España. La formación de Santiago Abascal utilizó este canal durante las elecciones andaluzas para lanzar mensajes masivos de forma instantánea, tal y como informó El Confidencial. El sistema es sencillo. Ofrecen un número de móvil que, tras guardar en la agenda, envía mensajes directos al usuario: «Estarás al día de nuestras acciones. Compártelas con tus contactos». Así logran un efecto multiplicador.
Empezaron a captar seguidores en junio. Durante los primeros días consiguieron 2.000 usuarios. A día de hoy, quienes están apuntados prefieren guardarlo en secreto. El consultor Calderón observa aquí gran parte de su éxito: “Piden a quien recibe sus mensajes que desempeñe un papel activo, que comparta sus textos con amigos; en lugar del pasivo que pretenden otros partidos. Esta herramienta no es nueva, ya la usó el ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones de Brasil
5. YouTube
6. Twitter
7. Enlaces a medios de extrema derecha
Muchas de las noticias que comparte la formación llevan la firma del portal casoaislado.com, una página de extrema derecha fundada en abril de 2017 con noticias xenófobas que fomentan la percepción de que el extranjero es el enemigo: «El partido de Santiago Abascal impulsará la demografía en España sin necesidad de la llegada de inmigrantes».
Vox ha convulsionado la política española y ha venido para quedarse, según los expertos consultados. «A pocos meses de un gran año electoral no sirve de nada, como saben en EE UU, reducirlo al ridículo y calificarles de ultraderechistas o fachas”, explica el consultor Calderón, “hay que confrontarles en el terreno de las políticas concretas que proponen”.
📹 No queremos gustarle a los podemitas, bolivarianos, chavistas, comunistas… hemos venido a representar a la #EspañaViva 🇪🇸💪 ___________ #Podemos #Comunismo #VOX #VOXÚtil #VOXAvanza
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Jair Bolsonaro tenía que hundirse por la televisión. La ley electoral brasileña, diseñada para favorecer al fuerte, solo le había asignado nueve segundos diarios de propaganda electoral a este aislado diputado ultraderechista sin aliados en Brasilia. Sus rivales, los partidos de toda la vida, tenían minutos. Pero no contaron con un detalle: Bolsonaro les ganaba a todos en Facebook, la red social favorita de Brasil, donde tenía ocho millones de seguidores.
Y en ella, a través de vídeos en directo y propaganda en forma de memes, eclipsó la conversación. Se apoyó además en la otra gran plataforma brasileña: WhatsApp. En ese país de 147 millones de votantes, 120 usan la aplicación a diario, la mayoría hasta 30 veces al día. De repente, el 81% de sus votantes eran usuarios de la herramienta, frente al 59% de su gran rival en los comicios, Fernando Haddad, según el instituto Datafolha.
Como el 90% de los brasileños habla de política en sus muchos grupos de WhatsApp, el equipo de Bolsonaro empezó a bombearles contenido: memes y textos favorables al ultraderechista, que agencias de bases de datos hacían llegar a miles de números de teléfono. Al poco dominaron la aplicación. Una investigación de Folha de S. Paulo, además, acusó a varias empresas de invertir más de 2,8 millones de euros en crear fake news favorables a Bolsonaro.
Fue todo una extensión de la estrategia que en Estados Unidos había usado Donald Trump en la campaña de 2016: saturar el mercado de mensajes. En el caso del político republicano, llegaron a hacer 50.000 variaciones diarias de cada anuncio según la información que obtuviesen de cada uno de los millones de usuarios de la red Facebook.
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