Nadie pensaría que la basura, cuando es aprovechada, se convierte en el mejor imperio económico, sobre todo en respaldo para muchas familias. El reciclaje de fierro es una opción de sobrevivencia y se convierte en respiro para la gente de escasos recursos.
Y entre más reúnan las personas dedicadas a la recolección de este material, más es la ganancia, pues favorece al bolsillo. Juan Jesús Olivares Bautista emprendió hace 16 años su propio negocio; ahora tiene un total de cuatro sucursales, dedicadas a recibir esta clase de insumos que otros tiraron.
A dos años de cumplirse la pandemia causada por el covid-19, agradece a Dios que estos establecimientos fueron catalogados como esenciales, lo que permitió apoyar a la economía de familias de escasos recursos.
Dijo que el panorama es difícil, pues a pesar de que incrementaron los precios en este tipo de artículos, no será un año de recompensas.
Hoy en día, el kilo del bote de aluminio está pagándose al público a 15 pesos; el kilo de cobre, 126 pesos; el kilo de bronce, a 90; acero inoxidable, 21; aluminio sucio o limpio, 16 y 18 pesos; chatarra a 3.80 el kilo; el cartón, 1.80 pesos, cuando antes estaba a 30 centavos.
Olivares Bautista soñó con este negocio, y la constancia permitió ver cristalizado este proyecto que cumplió, tras ser liquidado de la empresa en la que laboraba.
Compró una camioneta vieja, entrando con ella a las colonias más populares, y por consiguiente, yendo a las zonas rurales, y en altavoz, pregonaba: “fierro viejo que vendan”.
Así comenzó esta historia de éxito, pepenando, acarreando material que vendía en negocios, y con los que ahora cuenta.
Al señalar que ha generado en 16 años 100 empleos base, e indirectos entre 500 a mil trabajos, porque son precisamente los pepenadores quienes retribuyen con sus entregas a este comercio del reciclaje que, del sur de Tamaulipas, va dirigida a Veracruz, San Luis Potosí, Nuevo León y Río Bravo.
Tiene en proyecto comprar nueva maquinaria para compactar lo que es la chatarra, además de una prensa para plástico, trituradora para PET y poligrapas para la carga de la chatarra y que no sea manual.
Con 36 años, dedicado al reciclaje, ahora “nosotros generamos 100 empleos directos e indirectos hasta 500 o mil personas. Las indirectas porque son los pepenadores, los que andan en sus triciclos, en sus carretas, para mí ellos son lo primordial. Así que son ese eslabón primario porque ellos son los que ayudan a tener todo este tipo de chatarra”.
Recordó: “yo comencé como mucha gente trabaja actualmente, pepenando, en una camioneta vieja que tenía y salía a las colonias populares y rancherías que están cercas y gritando con una bocina en altavoz: ‘fierro viejo que vendan’, y bendito Dios me empezó a ir bien, eso hace 16 años”.
Indicó que ser una persona constante y que salía a comprar, le brindó satisfacciones, y con ello las interconexiones, que ahora lo llevan a puntos diversos de la República Mexicana.
En entrevista con MILENIO Tamaulipas, dijo que todo lo que es el metal se manda a Monterrey, por el parque Fundidora.
Por ello, recomendó a todo aquel que tienen sueños o proyectos a ser constantes, decididos, honestos, sobre todo, hacer énfasis en esta última clave, que debe ser primordial en cualquier trabajo, negocio, porque si no se es honesto nada funciona, “y cuando no es así las cosas, de volada, todo cae”.
EAS