«BAB comenzó en la pandemia cuando nos unimos un grupo de mamás del barrio vulnerable Almirante Brown, en Tigre, para emprender y crear una marca textil», relató una de las creadoras. (Foto: BAB)
Durante la pandemia, Norma Quiroga, Carina Haedo y Griselda Seguí unieron fuerzas para crear la PYME textil «BAB».
Las emprendedoras aprovecharon la ayuda de una marca reconocida como Mimo & Co. y la ONG ‘Construyendo Zona Norte’, para fabricar y comercializar delantales originales.
En solo dos años lograron llegar a lugares insospechados gracias a diseños de calidad y la divulgación del producto en las redes sociales.
En una entrevista con A24.com Pymes, Norma Quiroga contó cómo comenzó la historia de una firma que se alimenta del trabajo de cada una de sus partes.
«BAB comenzó en la pandemia cuando nos unimos un grupo de mamás del barrio vulnerable Almirante Brown, en Tigre, para emprender y generar una marca textil», relató.
«Empezamos nosotras tres y luego pudimos contratar a dos mujeres más a partir del surgimiento de trabajos más grandes. También creamos empleo indirecto al contratar a una bordadora y a las personas de logística«, continuó la fundadora de BAB.
Durante la pandemia, Norma Quiroga, Carina Haedo, Griselda Seguí unieron fuerzas para crear la PYME textil «BAB».
Y remarcó: «Todas nuestras familias se involucran a la hora de las entregas cuando necesitamos muchas manos para empaquetar los pedidos».
Según Quiroga, «el objetivo principal era generar una fuente de ingresos para nuestras familias, poder con esfuerzo y trabajo salir adelante».
«Nuestro gran sueño es seguir creciendo, para generar más empleo para nuestros vecinos, y dar a conocer nuestro barrio -Almirante Brown- a partir de productos de calidad», resaltó.
«Creemos que con compromiso y dedicación todos podemos tener una vida mejor trabajando. Nosotras somos prueba de eso, ya que una de nosotras está terminando de edificar su casa, otra pudo comprar una heladera y demás cosas que vamos necesitando, todo gracias al esfuerzo del trabajo vamos obteniendo», enfatizó la emprendedora.
En otro tramo de la charla, Quiroga describió cómo fue el proceso para apuntalar a la firma, sobre la base de las enseñanzas de sus mentoras.
«Gaby, de Mimo & Co., fue clave en nuestro progreso. Nos ayudó con las muestras y nos hacía correcciones permanentes. Nos reíamos porque ella ponía cinta para marcar los errores y en un comienzo era más cinta que delantal», recordó la empresaria PYME.
«Se reía y nos decía: ‘No quiero repulgue de empanada, la plancha no hace magia”, marcándonos nuestras fallas de terminaciones. Recordamos esas anécdotas con mucha risa y mucho orgullo del camino recorrido hasta acá», rememoró la emprendedora.
«Gracias al apoyo y acompañamiento de Construyendo Zona Norte y a Mimo & Co conseguimos crear nuestro propio taller de costura y desarrollar un primer producto que fue el delantal BAB», enfatizó.
Construyendo es una ONG que acompaña emprendedores que viven en barrios vulnerables, a través del diseño de productos, el desarrollo de la marca, la gestión en redes sociales, y mucho más.
«Eso nos ayudó a tener un producto de muy buena calidad que pueda venderse en cualquier ámbito», admitió la mujer de negocios.
«Las claves de nuestro crecimiento fueron el acompañamiento de Construyendo, que nos abrió puertas, nos asesora con los materiales, con los diseños, las redes sociales, las ventas. Nos ayudaron a armar y formalizar el negocio para llegar a lo que somos hoy», explicó Quiroga.
«Y no menos importante el esfuerzo, voluntad y amor que le ponemos al trabajo, lo que nos permite ofrecer productos de excelente calidad y diseño», aclaró una de las creadoras de BAB.
«Una de las anécdotas que nos marcó fue cuando tuvimos una conversación con una de nuestras mentoras de Construyendo», reflejó la emprendedora.
«Nosotras siempre expresábamos nuestra preocupación sobre la llegada de una época de vacas flacas: ‘Ahora estamos con trabajo pero mañana no sé’. Siempre pensábamos así. Pero nuestra mentora nos dijo: ‘Basta de vacas flacas. Ustedes solo van a ver vacas gordas’”, subrayó sobre la experiencia adquirida.
«Ese fue el detonante. Entendimos que esto iba en serio y empezamos a repuntar para adelante, a unirnos las 3 y solo mirar para adelante», enfatizó.
«Si bien arrancamos en el 2020, fue todo un camino recorrido hasta el punto en que estamos ahora, donde tenemos pedidos al por mayor de empresas relacionadas con la gastronomía o para empresas que compran los delantales para hacer regalos empresariales», admitió Quiroga en el diálogo con A24.
«Estos pedidos grandes son los que nos han ayudado a seguir formalizando nuestro emprendimiento, porque pudimos aumentar el ritmo de trabajo del taller. Pasamos de vender 50 delantales por mes en 2020 a 350 por mes a partir de junio de este año», remarcó.
Sobre el futuro de BAB, la empresaria comentó: «Estamos lanzando un nuevo producto, un ambo de trabajo; creemos que va a tener mucha salida. Estamos muy contentas de seguir expandiendo la marca».
«Otro de nuestros sueños es poder mudarnos a un taller más grande. El espacio que estamos ahora lo compartimos con un merendero y sentimos que es hora de poder tener un espacio propio», aseveró.
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