Más del 40% de las empresas planean aumentar sus inversiones de tesorería en activos a largo plazo y en bonos próximos a vencimiento al tiempo que tienen previsto reducir las inversiones en recompra de crédito corporativo.
La encuesta, titulada «Maniobrando en la incertidumbre: prioridades del Tesoro en un mercado volátil después de la pandemia», revela que las inversiones a largo plazo exhiben niveles más bajos de volatilidad y puede conducir a mayores rendimientos, que, en el entorno actual, puede ser más atractivo.
Los tesoreros encuestados también indican que prevén invertir más en bonos próximos a vencimiento, en lugar de nuevos bonos (36%) dado que, ante el aumento de los tipos de interés, los costes asociados con los nuevos bonos pueden ser menos atractivos.
Respecto a la inversión en depósitos bancarios, los responsables de tesorería se encuentran divididos ya que el 36% de los encuestados aseguran estar incrementando la inversión en esta clase de activo mientras que el mismo porcentaje señala que la está reduciendo. La principal motivación para invertir la tesorería en depósitos bancarios está en el acceso inmediato a liquidez para responder a las incertidumbres del negocio o incluso para ejecutar a corto plazo planes de negocios. Por otro lado, estos activos suelen ser más lentos para responder a las subidas de tipos de interés en comparación con los fondos monetarios.
El proteccionismo económico, la mayor preocupación de los tesoreros
Con la guerra entre Ucrania y Rusia agravando las interrupciones de la cadena de suministro que ya se sintieron con la pandemia, los responsables de tesorería de las empresas están ahora más preocupados por el impacto del creciente proteccionismo, según esta encuesta de Economist Impact y Deutsche Bank.
Así, un tercio de los tesoreros (33%) espera que los efectos del retroceso de la globalización persistirán tanto a corto como a largo plazo. Como respuesta a esta situación, un número creciente de empresas están buscando reubicar sus cadenas de suministro para evitar interrupciones en el comercio mundial, mientras que otras buscan optimizar sus inversiones con activos más a largo plazo (31%) y reduciendo el riesgo-divisa (31%).
A corto plazo, los tesoreros ven la monetización de los datos (22%), así como los activos digitales y las criptomonedas (22%) como otras de las principales preocupaciones, mientras que, a largo plazo, anticipan que los cambios en los modelos comerciales (22%) y la llegada de “Todo como servicio” (21%) serán la principal causa de alteración de la tesorería.
A pesar de estos retos y la incierta recuperación económica, los tesoreros priorizan soluciones innovadoras. De hecho, los desafíos actuales han impulsado la innovación en tesorería basada en datos.
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