Por: Carlos G. Cálix*
¡No! En este año no, porque de acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) –un reporte del Foro Económico Mundial–, Honduras no aparece entre los mejores 50 países para emprender en 2022. De hecho, en Latinoamérica el mejor lugar lo ocupa Colombia en el puesto 25, seguido de Chile (27), Uruguay (32), México (33), Panamá (42), Guatemala (44), República Dominicana (46) y Brasil (48). Lo que resulta preocupante y motivador porque Guatemala no solo es un país vecino, es nuestro competidor y aliado directo junto a Panamá y República Dominicana –lo que claramente significa que, vienen haciendo bien las cosas–.
Al respecto, dicho informe evalúa las condiciones de los emprendedores y califica su capacidad para fomentar nuevos negocios, además concluye que el espíritu empresarial depende de las condiciones sociales y políticas de cada país –así que señores “funcionarios”, sus acciones repercuten en el deseo de emprender y en la atracción de capitales –. Adicionalmente, la investigación mostró algunos componentes que marcaron la diferencia para la vida empresarial de los países mejor posicionados en la lista, por ejemplo, apoyar nuevos negocios durante la pandemia y a las mujeres emprendedoras.
Pero no todo está perdido, porque los emprendedores tenemos la convicción de llevar a cabo nuestras metas y por supuesto, superar los retos debido a que sabemos que no podemos dejar de soñar. Y es que, un emprendedor siempre encontrará la manera de salir adelante, en su propio país o en otro que lo adopte. Precisamente, a Honduras no le conviene que sus empresarios y emprendedores se vayan, en otras palabras, a nadie le conviene una nueva fuga de capitales como la ocurrida en 1982 (1,600 millones de lempiras).
Para evitar lo anterior, se debe fomentar el crecimiento de los ecosistemas emprendedores y preguntarnos qué función pueden desempeñar las políticas de gobierno para su formación y crecimiento, cuestión planteada por el primer Libro blanco de una serie creada por la Small Enterprise Association of Australia and New Zealand, con el propósito de ayudar a mejorar el entendimiento del significado de ecosistemas emprendedores y a generar un debate más fundamentado sobre su papel en la estimulación del crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo. Al respecto sugiero leer a Daniel Isenberg, profesor de Babson College, quien publicó un artículo en Harvard Business Review que ayudó a dar a conocer el concepto con nueve elementos principales que se consideran importantes para la generación de ecosistemas emprendedores. De las recetas propuestas por Isenberg, me gustan dos: 1. Dejar de imitar a Silicon Valley y crear situaciones según las condiciones locales, 2. Considerar la importancia del sector privado desde el primer momento.
Además, ¿qué puede hacer el gobierno para estimular los ecosistemas emprendedores? En primera instancia, es fundamental controlar la extorsión tradicional y la ciber extorsión, porque no conozco una sola ciudad de Honduras en donde el sector empresarial no se queje de este flagelo, al corregir esto, existe una fuerte posibilidad que la economía vuelva a crecer como en los años 70. Por otra parte, debe hacer de la formación de actividades emprendedoras una prioridad. Y como bien expresa Tim Mazzarol (profesor de Cátedra de Emprendimientos, Innovación, Mercadotecnia y Estrategias en la Universidad de Australia Occidental) el gobierno debe asegurarse de que todos los sectores sean tenidos en cuenta.
En lo particular, sugiero a los gobiernos locales y a las instituciones nacionales, sentarse con quienes saben de emprendimiento, por ejemplo, la Comunidad de Emprendedores de Honduras, una organización social sin fines de lucro, cuya misión es impulsar a emprendedores e innovadores a que sigan y alcancen sus sueños, mediante capacitaciones, programas de aceleración, servicios empresariales y otras actividades, en alianza con otros catalizadores locales e internacionales. Esta comunidad procura que sus beneficiarios (ej. emprendedores y MiPymes) se vuelvan más innovadores y empoderados, desempeñándose de manera ejemplar, generando empleos y desarrollo económico, lo cual, a la vez, refuerza la paz en nuestras comunidades.
En un momento histórico en lo político, económico y social, los emprendedores y empresarios debemos tomar la sartén por el mango y dejar de depender de los políticos. De tal manera que, en los años siguientes los índices de competitividad, de hacer negocios y de atracción de capitales sean favorables para Honduras. En 2023 anhelamos certidumbre, no queremos preguntarnos si cerramos nuestras empresas o a cuál país nos iremos. Honduras urgentemente necesita fortalecer el espíritu emprendedor.
¡Nos vemos en el futuro!
*calixgrupoeditorial@gmail.com Carlos G. Cálix es cofundador de diversas empresas, autor de “Consejos de ricos para emprendedores del tercer mundo”, y “La Señora presidenta ¿Una solución o un problema?” (entre otros), Doctor en Ciencias Administrativas, profesor del Doctorado en Dirección Empresarial en la UNAH y tiene un postdoctorado por el CONICET en el IIESS-Argentina.
carlosgcalix.com
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