Carlos Puig
Viri Ríos
Ricardo Raphael
Algo que preocupa es que nuestro futuro económico es bastante frágil, y para fortalecer nuestra perspectiva el gobierno no está haciendo lo suficiente; la presente Administración piensa que con cuidar el gasto y no crecer el endeudamiento es suficiente para mantener la estabilidad financiera, esto en parte es cierto, pero la pregunta es: sin crecimiento, cuánto tiempo durará la estabilidad financiera.
Esta Administración tiene la misma formación ideológica que quisieron imponer en México Luis Echeverría y Lopez Portillo, lo más trascendental de estos dos personajes es que trataron de implantar un modelo nacionalista a ultranza, el cual pretendía una rectoría del Estado a través de hacerse dueños mayoritarios de las actividades económicas más importantes. Por lo anterior, fortalecieron el monopolio de Pemex e impulsaron el de la Comisión Federal de Electricidad, pero también se querían quedar con las telecomunicaciones (el Estado tomó el control de Telmex en esos años), y ni qué decir de la Industria Siderúrgica y muchas otras actividades en las que incursionaron con enorme torpeza y cero habilidad.
La estrategia en esos años era fijar precios, y lógicamente con estas medidas deteriorar la rentabilidad de las empresas privadas para después adjudicárselas, presumiendo que las estaban rescatando; no enlisto la cantidad de empresas que pasaron a ser propiedad del Estado porque sería larguísima. Participaban en todo: además de la Industria Energética y de Telecomunicaciones que ya mencioné, intervinieron en la minería, la aviación, la Industria de Alimentos, en la producción y comercialización de café, de azúcar etc.
Pocas actividades económicas se salvaron de la intervención del Estado, pero todos los negocios fueron un fracaso por pésima administración; además para intervenir con tanta fuerza, el Gobierno se apalancó en el potencial que los extranjeros veían en nuestra Industria Petrolera y crecieron el endeudamiento a niveles jamás vistos. Lo anterior, generó con Echeverría la primera gran crisis financiera y cambiaria; después sin modificar su proceder, Lopez Portillo creyendo que se debía preparar para administrar la abundancia, hizo las cosas peor que su antecesor originando crisis económica más profunda que hemos visto en este país, la cual explotó en 1982.
El gobierno actual, afortunadamente, a pesar de tener la misma ideología ha cuidado el gasto y el endeudamiento, pero eso no es suficiente para evitar una nueva crisis que puede venir por la falta de crecimiento. El gastar poco es bueno, pero además se tiene que gastar bien; como ejemplo, el no comprar medicamentos y tener a millones de mexicanos con desabasto de medicinas no es ahorro inteligente, es un crimen, el gastar en programas sociales que no han dado resultado –como los de Jóvenes Construyendo un Futuro–, etc., tampoco nos ayudará. No me cansaré de decir que el único catalizador que tenemos para enfrentarnos con éxito a los acontecimientos que hay enfrente, es crear alicientes para que crezca la inversión privada; se necesita mejorar radicalmente la seguridad en vez de agredir a los empresarios, por el contrario, se debe de hacer equipo con ellos para invertir en las múltiples áreas de oportunidad que tiene el país. Si no hacemos algo, nuestro futuro y estabilidad están en riesgo.
Manuel Somoza
Derechos reservados
© Grupo Milenio 2022
Newsletters
Cupones
Contáctanos
Suscripciones
Anúnciate
Directorio
Privacidad
Aviso Legal
