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En una época de cambios, producto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y de la pandemia del coronavirus, México tiene frente a sí una oportunidad para mejorar la relación que tiene con los países de Asia y generar acercamientos en materia comercial con la región.
Está comenzando un reacomodo en la forma en que vivimos, entendemos y hacemos las cosas. Una de las que particularmente interesa a México tiene que ver con la relocalización de las cadenas de producción, las cuales ahora buscan ser más “cortas”.
Ari Ben González Saks, líder de desarrollo de nuevos negocios para Asia en Ernest & Young (EY) México, habló en exclusiva con Expansión sobre lo que esto representa en la relación entre nuestro país y la región asiática.
Expansión (E): ¿Cómo ven los países de Asia a México?
Ari Saks (AS): Lo vemos como un área de oportunidad, sin duda. Asia y México todavía están lejos y hay mucho por desarrollar. Es un gran momento para lograr que estas oportunidades se vuelvan realidad.
Se abren nuevos escenarios, por ejemplo, que Singapur firme con la Alianza del Pacífico para convertirse en un miembro asociado abre nuevas oportunidades para las empresas mexicanas y para las empresas de Singapur en nuestro país.
De acuerdo con la OCDE, se proyecta un crecimiento económico para las economías emergentes de Asia de 5.8%. Esta oportunidad para que las empresas mexicanas posicionen sus manufacturas y productos como destilados, cárnicos y productos del mar. Hay que hacer la tarea y empezar a construir esas relaciones, acercarse y buscar estos mecanismos. Singapur, muchas veces, funciona como el hub de los países de la región y puede ser un buen punto.
Adicionalmente, muchas empresas de Asia pueden encontrar en México un lugar estratégico para invertir; sigue siendo un buen lugar para proyectos, particularmente de empresas de China, de Japón, de Corea.
E: México y China no tienen un tratado de libre comercio (TLC) y el gigante asiático es nuestro segundo socio comercial, ¿Qué lectura le podemos dar?
AS: El incremento de las relaciones económicas y comerciales entre un país y otro, que llevan a cabo los líderes empresariales de ambas naciones, hace que sus gobiernos busquen estos acuerdos con el fin de obtener mayores entendimientos y oportunidades de comercio e inversión.
Deberíamos esperar que avancen este tipo de relaciones económicas y comerciales y que se busque generar este tipo de acuerdos.
E: ¿Qué hace falta para tener una mayor penetración en China y Asia?
AS: Ha habido posicionamiento de productos. Estamos alrededor de 9,000 o 10,000 millones de dólares de exportar a la nación asiática.
Hay que recomendar hacer un análisis geoestratégico: cómo está el mundo, cuáles son las ventajas y las desventajas; luego analizar tu modelo de negocios y hacer planes realistas. No necesariamente el modelo que fucionó en México va a funcionar en China o en Asia.
Tener un plan B, es decir, llego a China, me instalo, empiezo con un producto, y si veo que no funciona rápidamente, veo que hay otro producto u otra coyuntura, aplicar ese plan.
Muchos empresarios asumen las cosas por dadas. No hay más que informarte, informarte y volverte a informar sobre cómo es el ambiente de negocios, qué está pasando, dónde está la oportunidad.
Contratar un traductor profesional. Invierten una fuerte cantidad en hoteles, en el avión y en visitas; pero no inviertes en un traductor. La comunicación en inglés no necesariamente es en inglés; muchos de los negocios que se caen, se atoran o no avanzan es por problemas de comunicación entre ambas partes.
Entender la cultura de negocios y paciencia son muy importantes en los negocios internacionales. Construir relaciones es tardado, no es en la primera visita.
Busca ayuda profesional, ese es otro tema importante. Investigar a tus socios a tus asesores, que realmente tienen las capacidades, que te pueden llevar al éxito; hablar con sus clientes, pedir referencias.
E: ¿Qué te hace pensar que las negociaciones entre México y Corea del Sur terminarán en un TLC?
AS: Acaba de iniciar este tema. Pero, es de esperar que las empresas globales sigan buscando solución a los problemas de logística o de suministro que estamos viendo.
Es así que hace sentido en principio que, debido a estos problemas y al desabasto las empresas busquen un modelo de suministro más ágil, basado en tecnología avanzada, cadenas de valor locales, redes alternativas de suministro; en un equilibrio entre el costo y el servicio.
Siendo así hace totalmente sentido que un país que tiene mucha producción manufacturera y muchas inversiones busque esto: que los empresarios que antes importaban productos intermedios de Asia busquen este tipo de instrumentos, de acercamientos, para poder atraer más inversiones, para generar más comercio.
E: ¿Qué hace atractivo a México para la relocalización de cadenas de valor?
AS: Lo que llamamos los factores locales de inversión extranjera de México. ¿Cuáles son? La localización geográfica, el tamaño de su economía y el mercado mexicano; el T-MC y la red de tratados internacionales que México ha suscrito. Eso es bien importante porque nos brindan acceso preferencial a más de 46 países.
La infraestructura que tenemos para este tipo de inversiones, llevamos muchos años desarrollándola; los más de 30 acuerdos de promoción y protección recíproca de inversiones, suscritos por México con muchas naciones.
Este conjunto hace que todo sea ideal para producir cerca de Estados Unidos, en lo que llaman nearshoring -transferencia de una operación comercial a un país cercano desde otro más distante-, esto es lo que debe aprovechar México. Es lo que debe salir a vender y lo que debe promocionar en Asia.
E: ¿Cuánto tiempo tomará la relocalización?
AS: Vamos en ese inicio de la relocalización. Estos proyectos tardan años en hacerse. Es más bien un tema geoestratégico de las empresas cuando analizan ¿dónde voy a localizar mi próxima producción? ¿dónde voy a aterrizar? ¿Qué países pueden ser? Y hay una competencia con los países de Asia.
Por eso vemos muchas inversiones de empresas chinas que vienen a Monterrey o en el norte, por ejemplo; de Asia, de Japón, de Corea estamos oyendo nuevas inversiones con temas de autos eléctricos, o por lo menos escuchando planes, porque estamos en ese proceso de una cadena lineal, en la que todo era reducir costos, a una cadena más ágil, mejor localizada.
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