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Ramiro Iturri/Ingeniero Industrial
El Desarrollo Sostenible (DS) definido de forma sencilla como la satisfacción de las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, es un concepto diferenciador que en la coyuntura actual (Covid) toma mayor relevancia, al exigir la generación de soluciones creativas rentables, que eviten transgredir las potencialidades de bienestar que toda sociedad buscara consolidar.
Apoyados en criterios que en su momento enunció Naciones Unidas (NNUU), se puede concluir que para viabilizar el Desarrollo Sostenible se requiere armonizar tres elementos estructurales: i) El crecimiento económico, ii) La inclusión social y iii) La protección del medioambiente.
Al momento de enunciar y viabilizar la suscripción de la Agenda 2030, con la propuesta de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2015), NNUU y los estados adheridos coincidieron en que es imprescindible sumar los esfuerzos de la sociedad civil (sector privado) a objeto de consolidar la cocreación de una sociedad responsable. Surge en este contexto el llamado a toda empresa privada, para desarrollar su resiliencia a través de un compromiso activo de inversiones con impacto positivo.
Perspectiva ESG/ASG
Con una orientación hacia el sector privado, la definición de Inversiones ESG (por sus siglas en inglés Environmental, Social and Corporate Governance) deben su nombre al enfoque de gobierno ambiental, social y corporativo, como una evaluación de la conciencia colectiva de una empresa sobre los factores sociales y ambientales, orientando la gestión hacia el aprovechamiento de factores no financieros para afectar y desafiar a la propia organización, sobre nuevas formas de negocios sostenibles.
El impacto ambiental (A) asociado al uso eficiente y sostenible de energía y materiales, tiene como tendencias la conciencia real acerca del cambio climático, su diversidad biológica, el uso gradual de energías renovables y controles reales sobre la polución y el manejo de residuos (ejemplo: electromovilidades y parques fotovoltaicos).
Los impactos sociales (S) incluyen el compromiso real en la atención de la diversidad del recurso humano, la descentralización del trabajo y la salud en un entorno que permita igualdad de oportunidades laborales. Finalmente, los atributos de Gobierno corporativo destacan prácticas como códigos de conducta, prácticas contables transparentes, calidad de la información y transparencia corporativa en la toma de decisiones y la remuneración gerencial.
Efectos indirectos de incorporar una visión ESG en el ADN empresarial: i) Aporta a la empresa con criterios proactivos de gestión de riesgos, ii) las normas, certificaciones y las métricas estandarizadas bajo criterios ESG permitirán apertura de mercados internacionales (Comisión Europea) y iii) conceptualmente es una visión buena para las empresas y para el planeta.
Negocios con compromiso
Existen cinco tendencias en el mercado internacional, que están recibiendo la mayor atención de inversionistas responsables:
a) Cambio climático y diversidad Biológica, priorizando esfuerzos hacia el control en la emisión de gases de efecto invernadero, y administración de su huella de carbono.
b) Empresas que promueven la descentralización del trabajo y la salud, promoviendo procesos que respalden equidad en oportunidades laborales en todas las dimensiones.
c) Inversión en empresas con eficiencia energética, promoviendo el uso de energías renovables (eólica, solar).
d) Empresas que entreguen y certifiquen información transparente, castigando la corrupción y malas prácticas de gobierno corporativo ineficientes.
e) Inversiones que generen impacto en la sociedad y reduzcan todos los factores propios de la desigualdad social.
La motivación del sector privado para promover esta perspectiva, puede impulsarse por parte del Gobierno, con la promulgación de un sistema de incentivos que permitan acceder a condiciones favorables de financiamiento (fondos no rescatables) premiando desempeños positivos.
Un caso de éxito en Latinoamérica (Chile) destaca el financiamiento de pymes sustentables, promoviendo el uso de energías limpias o el reciclaje eficiente de residuos, criterios que sumados a prácticas de gobierno corporativo transparente, consolidan una nueva visión sostenible en el tiempo.
Ramiro Iturri/Ingeniero Industrial
El Desarrollo Sostenible (DS) definido de forma sencilla como la satisfacción de las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, es un concepto diferenciador que en la coyuntura actual (Covid) toma mayor relevancia, al exigir la generación de soluciones creativas rentables, que eviten transgredir las potencialidades de bienestar que toda sociedad buscara consolidar.
Apoyados en criterios que en su momento enunció Naciones Unidas (NNUU), se puede concluir que para viabilizar el Desarrollo Sostenible se requiere armonizar tres elementos estructurales: i) El crecimiento económico, ii) La inclusión social y iii) La protección del medioambiente.
Al momento de enunciar y viabilizar la suscripción de la Agenda 2030, con la propuesta de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2015), NNUU y los estados adheridos coincidieron en que es imprescindible sumar los esfuerzos de la sociedad civil (sector privado) a objeto de consolidar la cocreación de una sociedad responsable. Surge en este contexto el llamado a toda empresa privada, para desarrollar su resiliencia a través de un compromiso activo de inversiones con impacto positivo.
Perspectiva ESG/ASG
Con una orientación hacia el sector privado, la definición de Inversiones ESG (por sus siglas en inglés Environmental, Social and Corporate Governance) deben su nombre al enfoque de gobierno ambiental, social y corporativo, como una evaluación de la conciencia colectiva de una empresa sobre los factores sociales y ambientales, orientando la gestión hacia el aprovechamiento de factores no financieros para afectar y desafiar a la propia organización, sobre nuevas formas de negocios sostenibles.
El impacto ambiental (A) asociado al uso eficiente y sostenible de energía y materiales, tiene como tendencias la conciencia real acerca del cambio climático, su diversidad biológica, el uso gradual de energías renovables y controles reales sobre la polución y el manejo de residuos (ejemplo: electromovilidades y parques fotovoltaicos).
Los impactos sociales (S) incluyen el compromiso real en la atención de la diversidad del recurso humano, la descentralización del trabajo y la salud en un entorno que permita igualdad de oportunidades laborales. Finalmente, los atributos de Gobierno corporativo destacan prácticas como códigos de conducta, prácticas contables transparentes, calidad de la información y transparencia corporativa en la toma de decisiones y la remuneración gerencial.
Efectos indirectos de incorporar una visión ESG en el ADN empresarial: i) Aporta a la empresa con criterios proactivos de gestión de riesgos, ii) las normas, certificaciones y las métricas estandarizadas bajo criterios ESG permitirán apertura de mercados internacionales (Comisión Europea) y iii) conceptualmente es una visión buena para las empresas y para el planeta.
Negocios con compromiso
Existen cinco tendencias en el mercado internacional, que están recibiendo la mayor atención de inversionistas responsables:
a) Cambio climático y diversidad Biológica, priorizando esfuerzos hacia el control en la emisión de gases de efecto invernadero, y administración de su huella de carbono.
b) Empresas que promueven la descentralización del trabajo y la salud, promoviendo procesos que respalden equidad en oportunidades laborales en todas las dimensiones.
c) Inversión en empresas con eficiencia energética, promoviendo el uso de energías renovables (eólica, solar).
d) Empresas que entreguen y certifiquen información transparente, castigando la corrupción y malas prácticas de gobierno corporativo ineficientes.
e) Inversiones que generen impacto en la sociedad y reduzcan todos los factores propios de la desigualdad social.
La motivación del sector privado para promover esta perspectiva, puede impulsarse por parte del Gobierno, con la promulgación de un sistema de incentivos que permitan acceder a condiciones favorables de financiamiento (fondos no rescatables) premiando desempeños positivos.
Un caso de éxito en Latinoamérica (Chile) destaca el financiamiento de pymes sustentables, promoviendo el uso de energías limpias o el reciclaje eficiente de residuos, criterios que sumados a prácticas de gobierno corporativo transparente, consolidan una nueva visión sostenible en el tiempo.
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